Cómo evitar el plástico en el embalaje
El plástico se ha convertido en el principal enemigo en conservación medioambiental, siendo uno de los mayores causantes de los problemas de acumulado residual en vertederos y en entornos naturales. Es por esto que en el sector de envases y del embalaje debemos desarrollar nuevas técnicas y alternativas. ¿Cómo evitamos el plástico en el embalaje?
El plástico y su incompatibilidad con el medio ambiente
La relevancia del plástico en el embalaje ha incrementado de forma significativa en los últimos años.
Hace ya más de una década que este sector es uno de los agentes más responsables de su consumo para cumplir con las funciones del embalaje: contener, conservar y proteger. El motivo es que el plástico es el material que mejor responde a estas funciones. Al margen de que conlleva un retorno mucho más económico, el plástico ha modificado los sistemas de manipulación, transporte y distribución de productos, especialmente los alimenticios.
Además, en los últimos tiempos las exigencias y normativas para empresas destinadas al embalaje son cada vez mayores. Ahora se solicita una mejor relación volumen/capacidad, que cada embalaje lleve accesorios complementarios en el precinto o cierres de seguridad, que presenten unos componentes físicos-químicos específicos (en relación con el contenido o el ambiente). etc. Estos factores hacen que el proyecto de un nuevo envase o embalaje sea un estudio realmente complejo. La clave, el material y su proceso de fabricación.
Podríamos afirmar que los plásticos han contribuido a que el envase y el embalaje hayan evolucionado en sus formas y prestaciones, abriendo nuevas fronteras.
Sin embargo, tan solo una ínfima parte de la producción del plástico se recicla o se incinera. Por poner un ejemplo, hasta 2015 se generaron 6.300 millones de toneladas de plástico, siendo el 79% acumulado en vertederos o en entornos naturales.
Son muchos países los que están planteando nuevas medidas de reciclaje, mayor concienciación en la población, así como nuevas formas de usar el plástico. España, que es el país europeo que más plástico arroja al mar, ha sido uno de los que se ha puesto en marcha. Especialmente lo ha hecho a través de sus empresas.
5 soluciones para evitar el plástico en el embalaje
En primer lugar, hay que plantear reducir el uso del embalaje con plástico. Desde IEM, líderes en iniciativas en embalaje, queremos indicarte cuáles pueden ser las mejores soluciones para evitar el plástico en el sector.
- El uso del plástico biodegradable o compostable, términos que hacen referencia a su descomposición en el medio y que los hacen sostenibles pasadas unas 12 semanas.
- Usar embalajes reciclables de múltiples usos. ¿Qué materiales podríamos emplear en su lugar?
- Film de polietileno, un plástico simplificado en su fabricación y que se presenta en rollos, bolsas y otros formatos. No es corrosivo ni abrasivo y no deja residuos. El 50% de este material puede ser reciclado.
- Cartón, un material que puede adaptarse a todo tipo de embalajes y packagings y que, además, destaca por su relación calidad-precio.
- Chips de relleno de poliestireno, fabricado con almidón de maíz, soluble al agua y 100% reciclable.
- Sistema automático Geami WrapPack, un sistema de envoltura y de protección que combina el papel krafy troquelado y el papel intercalado de celulosa. Este presenta grandes ventajas para cumplir con su misión debido a su alta resistencia.
- Mejorar la eficiencia del transporte eligiendo las formas y los tamaños de embalaje que pueden optimizar el uso de pallets.
- Distribuir los productos que estén disponibles en forma concentrada para reducir el peso y proporcionar productos que puedan ser entregados en cajas o pallets retornables.
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